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Santander endurece el ERE y el cierre de oficinas del Popular por la desaceleración

Santander endurece el ERE y el cierre de oficinas del Popular por la desaceleración

El Banco Santander endurece el ajuste aplicado sobre Banco Popular para poder cumplir los compromisos adquiridos con sus inversores y mantener la rentabilidad sobre la inversión del 13-14%. Estas medidas incluyen un nuevo ERE y el cierre de alrededor de un millar de oficinas

Recordemos que en junio de 2017, tras la compra del Popular, Santander comunicó una ampliación de capital de 7.000 millones de euros, después de solicitar el apoyo económico de sus inversores para ejecutar la operación. Así, se establecía una rentabilidad del 13-14%. Sin embargo, para poder cumplir este objetivo la entidad se ha visto obligada a incrementar en un 50% el ahorro de los costes por la desaceleración económica y los tipos de interés, que se encuentran en mínimos históricos. 

El ERE podría suponer la salida de varios miles de trabajadores más durante los próximos años, mientras que los sindicatos estiman el cierre de aproximadamente 1.000 sucursales.  

La hoja de ruta del Santander indica que se  ha aumentado el ahorro de costes previsto por su integración con Banco Popular en 250 millones de euros, (180 millones por la digitalización y operaciones y 70 millones por servicios compartidos), con unas sinergias de 750 millones de euros, lo que supone ese 50% de ahorro. Mientras que en el plan estratégico de la entidad no se habla de plazos concretos para cumplir los objetivos, sino que se alude a una rentabilidad del 13-15% en un medio plazo con un crecimiento de intereses del 5% anual. No obstante, lo que sí que ha confirmado  el Santander es que invertirá durante los próximos cuatro años, 20.000 millones en transformación digital.

La decisión del Banco Central Europeo (BCE) de no que no habría subidas de tipo durante 2019 y 2010, también han ralentizado la economía y es uno de los problemas contra los que lucha la entidad para tratar no solo de mantener sino de elevar la rentabilidad.  Por ello, han rebajado los costes a nivel global, a un ritmo “anual progresivo” de 1.200 millones con un ratio de eficiencia del 42-45% en el medio el medio plazo. 

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